Hoy vengo a explicar las causas de mi desaparición por estos lugares y las causas (para bien o para mal) de mi regreso.
Resulta que he sido víctima del famoso síndrome Ni-ni. Realmente creo que no existe pero para eso he venido yo. Para darlo a conocer.
Cuando eres Ni-ni piensas que va a ser guay. Y lo es. Los dos primeros días. Luego entras en el famoso para qué me voy a levantar si no tengo nada que hacer. Y te enfadas con la vida. Porque si alguien tiene culpa de que tú estés así, sin duda es la vida.
Pues yo me enfadé porque no tenía nada que hacer. Y como estaba enfadada por no tener nada que hacer, no hacía nada. Y entré en un bucle infinito de no hago nada porque me enfado y me enfado porque no hago nada. A esto le llamaremos Lógica Dramaia.
Así que un día decidí salir de ese bucle y ampliar mis horizontes laborales, que por otra parte ya estaban muy amplios: seguía buscando productoras o cualquier tipo de trabajo audiovisual, estaba buscando perros para pasear, niños para cuidar, seguía con mis encuestas (que por cierto, las llevo muy bien), estuve a punto de ponerme en la plaza Mayor a cantar y bailar sevillanas, dejé el currículum en una tienda para vender croquetas, miré para ser mi propia distribuidora Avon, me ofrecieron un curso de tanatoestética, Fnac rechazó seis veces mi oferta y yo la volví a presentar otras ocho, me planteé ser repartidora de macarrones a domicilio, limpiar portales, cuidar tortugas…y todo fracasó.
Lo único que no me planteé nunca fue ser camarera. Los que me conocéis, sabéis de mi torpeza. Entenderéis que al final iba a salir perdiendo dinero.
Y entonces caí en que las rebajas están a punto de empezar y yo no había probado suerte en ninguna tienda de ropa. Me apunté y pensé lo que ya pensamos todos en mi situación. Total, no me van a llamar.
Pues oye, esa misma tarde. Cuatro días después tenía una dinámica de grupo. ¡Qué tensión! Claro, tu primera entrevista para un trabajo en mucho tiempo tienes que currártela.
Se me ocurrió preguntar y me dijeron que te hacían preguntas del tipo: qué tres cosas te llevarías a una isla desierta, con qué animal te identificas más, si puedes salvar a 700 personas que van a morir por causas ajenas a ti matando a una qué harías… ¿Estamos locos? Cuatro días enteros pensando en las respuestas. ¡Cuatro! Para que luego sólo me tuviera que presentar.
La cosa es que mis años de comunicadora debieron funcionar porque me llamaron y…redoble de tambores…
¡Tengo trabajo!
Que sí, que ya sé que no es de lo mío. ¡Pero me van a pagar por trabajar! Además con la que está cayendo en Madrid, tendré aire acondicionado que también está muy bien.
Y así es como he salido del enfado con la vida y vuelvo a aparecer por aquí. Todo el mundo sabe que trabajar cara al público da para muchos #Dramaia. Además sé que voy a ser toda una profesional porque ya estoy ensayando frases como no te preocupes porque cede, es que esto da mucha talla, lo miro en el almacén y te digo, si lo coges un poquito de aquí te queda estupendo o esto tiene fácil arreglo.
La chica que me llamó me dijo que valoraban mucho mi experiencia de atención al público en Mercadona. Así que este #Dramaia va para mis mercadoner@s que me enseñaron a trabajar bajo presión y a los que prometí llevar a recoger mi Óscar.
También os digo que esto no quiere decir que yo me retire del mundo audiovisual. Que si queréis ofrecerme trabajo todavía podéis. Y que el Óscar, tarde o temprano, será mío.